sábado, junio 27, 2020
Cooper se adelantó
“...nuestras hijas, bellas hasta cuando lloraban”
(Miguel de La Cruz)
Con un muerto
vuelven todos los muertos.
Tantos muertos.
Me despedí de vos ayer
sin saber.
El llanto de las niñas sabe subir las escaleras,
despertador atroz.
Con un muerto vuelven todos los muertos,
el cuerpo enfriándose demasiado rápido,
la mirada perdida,
el nunca más.
La mueca húmeda.
Hacías los días suavemente
con tu aire sabio y majestuoso.
Rey de todos los perros.
Perro de mi corazón.
Decime amigo.
Decime compañero, compañía.
Tengo tanta gratitud para vos aún,
pero te vas.
Mirá cuánta caricia te esperaba.
Al final corrés por fin sin sofocarte
corrés vertiginoso
corrés saltás volás.
Nada puede frenarte.
Noble
como un perro.
Tantos muertos. Sí,
pero volveremos a salir juntos más allá de la verja,
y entenderás la música,
y yo te entenderé.
Toda separación
es momentánea.
(Premià de Dalt, 19 de junio de 2020)
Etiquetas: Duelo, poesía, Raúl Cristián Aguirre